martes, 12 de enero de 2016

Mi yo contadora.

Soy Contadora Auditoria de oficio y lo detesto.
 Es extraño que comience mi Blog hablando sobre el punto negro en mis emociones. ¿No?
Mi vida, de un tiempo a esta parte, se ha vuelto un ir y venir de la oficina a casa. No me di cuenta de lo consumida que estaba y no es de extrañar ya que estaba sumergida en una relación insana que dolió tanto como enseñó. 
Siempre creí que las palabras y los golpes eran los únicos tipos de violencia, pero no es así, descubrí que un amor no correspondido trae consigo indiferencia y que esos ingredientes son una horrible mezcla, que trae como resultado una violencia silenciosa que te destruye y todo a su paso, como uno de esos gusanos que se meten en tu cuerpo cuando estas de vacaciones en la selva y te comen vivo, desde dentro. Gusano que alimentas con tu cuerpo y espíritu, esperando que el otro se haga responsable de lo que sientes, sin entender que nadie mas que tu es responsable de ti mismo y que nadie mas que tu puede librarse de esa plaga. 
El no me amaba, recuerdo que dijo amarme un par de veces y le creo, pero ese sentimiento en el fue un chispaso, como cuando juntas esas pinzas para cargar una batería. Tarde mucho en entender que el simplemente no me amaba y que jamas lo haría, es que el amor es así..... te atrapa, te ataca y simplemente hace lo que le da la gana contigo. Una vez que lo comprendí, me arme de valor para dejarlo, no fue fácil, lo amaba y lo amo aun hoy pero tenia que rescatarme, el no me amaba y yo podía sentirlo.. 
Me mude a un departamento en el centro de la capital y entonces me perdí, busque desesperadamente ese cariño que no tuve con el y encontré personas dispuestas a darlo todo por mi, incluso abandonar sus países por quedarse conmigo, sin embargo yo no sentía que alguien me pudiese amar.
Hoy siento que me estoy encontrando, comencé a reconocerme con mi espacio, mi habitación hasta ahora era un hueco en el que me olvidaba; hoy es un espacio para estar conmigo, una exposición de quien soy, de esta mujer soñadora, romántica y soñadora.
Hoy ya no quiero entregar mi tiempo por nada y trabajar esas estupidamente largas y gratuitas jornadas.
Hoy quiero amar y que me amen con tanta fuerza que podamos volar.